viernes, 30 de enero de 2009

Hawaii (2ª parte)

La siguiente parada importante la encuentras en Haleiwa, es un pueblo en la Costa Norte (North Shore). La Costa Norte es muy distinta de la Costa Sur, aquí no hay ciudades sino pueblecitos y todos los habitantes viven por y para el surf. No es extraño que los niños se despierten alrededor de las 5 de la mañana y antes de ir al colegio se pasen por la playa para practicar su deporte favorito. En esta zona encontramos las mejores playas para practicar el surf. Las olas en invierno llegan alcanzar una altura de 14 metros. A primeros de diciembre es cuando tiene lugar en Hawaii las competiciones mundiales del Surf, conocido como “La Triple Corona”, si vas en esta fecha, lo mejor es alojarte en el Hotel Turtle Bay, estarás a un paso de vivir el surf en su más álgido apogeo. Las playas más importantes de esta zona son Waimea Beach, Banzai Pipeline o Sunset Beach, lugares míticos para los amantes de este deporte. Si quieres practicar surf o aprender, no lo dudes ni por un instante, estás en el sitio perfecto y con los mejores profesores del mundo. Éstos, dan clases por días y horas y no te garantizan que salgas convertido en un Kelly Slater, pero sí que seas capaz de aguantar de pie sobre la tabla bastante tiempo. Tan sólo una recomendación, aunque sea lo que menos te apetezca cuanto más tapado vayas a practicar surf mejor, lo ideal es una camiseta y un bañador de chico, ya que la superficie de la tabla simula papel de lija y te puedes hacer bastantes heridas en las rodillas y pecho. En Haleiwa también podrás hacer una excursión para sumergirte en una jaula y ver a los tiburones a centímetros de ti. El tema de los tiburones es un tanto extraño, si le preguntas a los nativos sobre si puedes tener un encuentro con estos animales mientras disfrutas de un bañito, es más que probable que te digan que en Hawaii no hay tiburones, que es una leyenda. Esto es para que los turistas no se asusten y sigan acudiendo a las islas. Hay pocas probabilidades de encontrarte con ellos, pero existir existen. La inmersión en una jaula de tiburones es una experiencia que no olvidarás jamás. La empresa que lo organiza se llama “North Shore Shark Adventure”. Consiste en salir a las 8 de la mañana del puerto de Haleiwa en una barquita de no más de 10 metros de eslora, que en su parte trasera lleva la jaula, para la inmersión. En el barco como máximo habrá 4 valientes o locos con coraje, que vayan a tener el encuentro con los tiburones, más otros 4, que simplemente divisan la experiencia desde el barco, más 3, tripulantes. Aproximadamente 15 minutos después de haber salido del puerto empezarás a ver aletas de tiburón a tu alrededor, en ese momento los tripulantes abren un arcón y un hedor un tanto repulsivo comienza a invadir el ambiente, es carnaza!!!! comienzan a echarla para atraer así a más tiburones, y hacer que éstos se vuelvan más agresivos, en ese momento es cuando ya bajan la jaula al mar y te toca saltar desde el barco justo al centro de la jaula, mientras rezas por no confundirte, y conseguir saltar dentro para no ser así pasto de los tiburones… Una vez conseguida esta primera hazaña, lo único que te queda, es ponerte las gafas y disfrutar de la experiencia. En ocasiones verás que los tiburones rozan la jaula pudiendo ver sus enormes dientes a centímetros de ti, esto es debido a que la carnaza una vez que tú estás dentro de la jaula la tiran a tu lado para que puedas verlos lo más cerca posible. Es una experiencia única muy bien organizada y a pesar de su peligro, es algo que recomiendo al 200%. Los escualos que verás, suelen ser tiburones galápago, de una longitud aproximada de 4 metros, pero de octubre a marzo es cuando el “gran tiburón blanco” hace su presencia en estas aguas, ya que la temperatura del mar en verano es excesivamente alta para ellos. Una vez concluida la experiencia de los tiburones y consigas controlar la explosiva subida de adrenalina, puedes dar un paseo por Haleiwa, para ver el ambiente del pueblo. Para comer, recomiendo un pollo asado al estilo Hawaiiano. En el propio pueblo hay una especie de furgoneta donde en su parte trasera asan los pollos, suena algo raro, lo sé, pero si estáis allí, no dudéis ni por un momento pediros un pollo, son pequeñitos y los mejores que yo he tomado en mi vida; para comer tienes unas mesitas de madera al lado y no, no hay camareros, ni cubiertos, ni nada, tan sólo el pollo en una especie de tupper, te lo dan troceado y a disfrutar!!! En este sitio verás que los turistas brillan por su ausencia, tan solo los oriundos saben dónde está lo bueno!! Para el camino de vuelta, lo mejor es parar en la Plantación de Dole, se trata de una plantación de piñas enorme, es una más de las atracciones turísticas que ofrece la isla. A lo largo de todo el camino observarás que en la zona norte de la isla, el paisaje es muy verde con grandes árboles que forman frondosos bosques, en esta isla se grabaron parte de las escenas de Parque Jurásico. Otro punto de interés que no puedes dejar de ver, es Pearl Habor, a parte del museo de rigor, también encontramos el Missouri Memorial; un recuerdo sobre el comienzo de la entrada de EE.UU. en la II Guerra Mundial. Hundido a día de hoy sigue el Acorazado Arizona, y sobre él, está amarrado el Missouri, barco gemelo del Arizona, el cual puedes visitar. La entrada al recinto de Pearl Harbor cuesta aproximadamente entre 16 y 23 $, dependiendo de si quieres entrada que incluya la visita al barco Missouri o no. Para los traslados en Honolulu, lo más cómodo es coger un autobús, los recorridos no son muy grandes y son bastante curiosos, por lo que se hacen muy cómodos y atractivos. Si tienes oportunidad, lo mejor es que inviertas un día en visitar otra isla. Hay aviones de la Compañía Hawaiian Airlines que por un precio no muy elevado (entre 50$ y 150$ dependiendo de a qué isla quieras ir) te dan la posibilidad de llevarte una imagen un poco más amplia del archipiélago. Lo mejor es que cojas un avión a primera hora de la mañana, ya que tardan entre 30 minutos y 1 hora en llegar al resto de islas y el regreso sea a última hora de la tarde. La segunda isla más famosa, es Maui, se trata de una isla de dimensiones mucho más reducidas que la de Oahu, aquí no encontrarás las masificaciones que hay en Honolulu o Waikiki pero tampoco se trata de una isla paradisíaca. En Maui destacamos la subida al volcán Haleakala, se trata de un volcán apagado pero no extinto, desde arriba del todo tendrás unas vistas muy bonitas de Maui y de las islas cercanas. Mi recomendación personal en este caso, es que si vas a estar unos días por Hawaii, no los inviertas en esta isla, es muy aburrida y no merece la pena. La isla que yo recomiendo especialmente para dedicarle un día, es Hawaii; conocida como Big Island, por ser la mayor de todas. La principal atracción, es que los volcanes Mauna Loa y Kilauea, aún siguen activos, en éste último podrás ver cómo constantemente está vertiendo lava en el mar. Como conclusión final, decir que Hawaii es un destino único y precioso, pero recalcar que no es paradisíaco en contra de la imagen que podamos tener, aunque sí muy exótico. Se te quedará la imagen de sus playas y habitantes, grabadas para siempre en tu memoria. Dicho esto, ¿que más se puede decir?... Ah! sí, Alooooha!!!

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