domingo, 24 de octubre de 2010

Jaipur: La ciudad rosada

Es la capital del estado de Rajastán y una de las ciudades más importantes y con más historia de India. Fue fundada en 1728 por el Maharajá Sawai Jai Singh, gobernante de Amber y gran aficionado a la astronomía, motivo por el cual es famoso el Observatorio de la Ciudad al que me referiré más adelante. Esta ciudad es conocida como “la ciudad rosa” debido al material utilizado para la construcción de sus edificios, el estuco, que imita la arenisca. Jaipur está dividida en seis barrios que se separan entre sí por avenidas de unos 34 metros de ancho.

Uno de los principales atractivos de Jaipur es la ciudad fortificada de Amber a tan sólo 11 kms y que en su día fue la capital del estado.
Lo que actualmente se conoce como Amber Fort era inicialmente un palacio dentro del fuerte de Amber original, que hoy día se le llama Jaigarh Fort localizado en una colina y conectada al resto de la ciudad a través de caminos fortificados. Jaigarh Fort está construido, como viene siendo habitual en esta zona, con piedra arenisca roja y mármol blanco.


Para subir al fuerte puedes hacerlo bien a lomos de elefante, o en 4x4. Si eliges la primera opción mi recomendación es que madrugues, ya que el número de elefantes es limitado y a partir de cierta hora dejan de prestar el servicio, si por el contrario eliges hacerlo en 4x4 no habrá problema con la hora a la que llegues. Una última elección es hacer la subida a pie, serán aproximadamente 2 kilómetros hasta llegar al fuerte pero si puedes elegir una de las dos maneras anteriores no lo dudes, el camino es cuesta arriba y más vale guardarse fuerzas para ver el fuerte que es bastante grande.
El paseo tiene unas vistas increíbles con la ciudad de Jaipur al fondo, el lago Maotha y la muralla original de la ciudad. Una vez alcanzado el palacio, puedes visitar el fuerte con una visita guiada o hacerlo por ti mismo. La sala más impresionante es la conocida como el vestíbulo de los espejos, en la que gracias al intrincado diseño de sus espejos de tamaño mínimo y a su disposición, con encender tan sólo la luz de una vela se ilumina toda la estancia.
A la salida del fuerte verás como los encantadores de serpientes hacen su show sacando la cobra del cesto al ritmo de la música de sus flautas, una atracción más del complejo que no puedes perderte!


Otros puntos de interés en la ciudad de Jaipur son: el Palacio Museo, que consiste en un inmenso recinto con grandes patios rodeados por diversos edificios. Destaca una galería con numerosos arcos, todos ellos labrados en mármol. Casi todos los edificios del recinto están pintados en rosa combinado con blanco.
En una de las dependencias del palacio hay una tienda de artículos de madera tallada, algunos de gran calidad, donde puedes hacer algunas compras y en virtud del tira y afloja del regateo se puede conseguir un buen precio siempre y cuando no lleves prisa.
Otra parte del palacio ha sido transformada en museo, donde puedes ver tejidos, tapices, instrumentos musicales, armas, pinturas, manuscritos y miniaturas, pero lo que mas llama la atención son los trajes de un antiguo Maharajá que, a juzgar por el tamaño de sus ropas medía más de dos metros de altura y más de uno de anchura de hombros, lo que raya con la ficción y transporta al visitante a un cuento oriental de gigantes y princesas.

El edificio principal del Palacio Museo es el Chandra Mahal, con forma de pirámide y seis plantas de altura.
Este edificio sólo puede admirarse desde el exterior, ya que sigue siendo la residencia de la familia del actual Maharajá de Jaipur; su entrada se encuentra flanqueada por la Guardia del Majaraha, cinco hombres con uniforme blanco, zapatos negros, bigote y un gran turbante rojo y se encuentra en un ala anexa bajo un mirador con tres arcos; tanto la entrada como el mirador están intensamente decorados con respresentaciones de figuras
femeninas y 5 pavos reales con las plumas de la cola estendidas rodeados de motivos florales y geométricos .



Otro lugar de interés en la ciudad es Jantar Mantar, uno de los cinco observatorios astronómicos construidos en la India por el Maha rajá Jai Singh en 1728, quien además de guerrero era conocido por su afición a su astronomía.
Consiste en una colección de monumentos escultóricos, cuyas formas permitían el estudio de la evolución de las sombras producidas por el sol . El más impresionante es una estructura de 27 m. de alto cuya sombra se mueve a una razón de 4 metros por hora.
Finalmente destacamos el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos construido en el año 1799 por el Maharajá Sawai Pratap Singh, diseñado por Lal Chand Usta y considerado como el máximo exponente de la arquitectura Rajput.
Aunque en la actualidad se conserva poco más que la fachada, el palacio se ha convertido en el símbolo de Jaipur, tiene cinco pisos y al ser los dos superiores un poco más estrechos, le confiere una forma piramidal. El acceso entre pisos curiosamente no se hace a través de escaleras sino mediante rampas. La estructura exterior del palacio recuerda a la cola de un pavo real, animal de gran simbolismo en India.
El material utilizado en la construcción es arenisca roja y rosa, con incrustaciones realizadas en óxido de calcio.
El Palacio de los Vientos a diferencia de la mayoría de palacios en India, no está rodeado de jardines, sino que se encuentra en el centro de una de las principales calles de la ciudad. La fachada principal que da a la transitada calle tiene un total de 953 pequeñas ventanas lo que permitía que el palacio se mantuviera con buena temperatura incluso en verano. El viento que circulaba a través de ellas fue lo que le dio nombre a este palacio.
Antiguamente, el Palacio de los Vientos formaba parte del Palacio de la ciudad y servía como extensión de la cámara de las mujeres destinada al harén. La función original del edificio era la de permitir a las mujeres reales observar la vida cotidiana de las calles de la ciudad sin ser vistas.
Por último, no podemos hablar de Jaipur sin hacer una mención especial a sus “mercadillos”, el Bazar Johari, Kishanpol, Bapu… todos ellos están localizados unos a continuación de otros y cada uno está especializado en unos artículos de venta en concreto, que en definitiva forman un inmenso mercado ocupando varias calles de la ciudad.
Este es el mejor lugar para comprar joyas, de hecho Jaipur es uno de los lugares más importantes en la producción de joyas a nivel mundial.
Puedes encontrar colgantes, collares, pendientes o anillos hechos de oro con incrustaciones de piedras preciosas como diamantes, esmeraldas, rubíes o perlas, la variedad de los diseños es enorme e incluso puedes elegir tu mismo el diseño del anillo o colgante y del de la piedra preciosa, teniendo así una joya totalmente personalizada.

Esta ciudad es conocida mundialmente, no sólo como productora de joyas, sino por sus técnicas utilizadas en el corte y pulido de las gemas. Se pueden encontrar joyas a buen precio, pero se recomienda tener algo de conocimiento sobre este tipo de objetos ya que los precios varían significativamente entre dos objetos que pueden parecer iguales.
Destaca el rubí estrella, una variedad del rubí que tiene la peculiaridad de mostrar un asterisco en su superficie cuando la luz se refleja sobre él. Esta piedra preciosa es característica de esta zona de la Tierra y los yacimientos más importantes los encontramos en Myanmar, India, Tailandia y Sri Lanka. También en este gran mercado a parte de las joyas puedes ver flores, carros de bueyes, tiendas de ropa, calzado –principalmente hecho en piel de camello-, alfombras, muebles, objetos de latón, gente y más gente… si tienes opción de subir a un altillo y divisar el panorama desde allí apreciarás la viveza del color que te rodea debido principalmente a los saris que utilizan las mujeres, que especialmente en el Estado de Rajastán son de unos colores muy vivos.
El mercado a pesar de su enorme tamaño tiene los mismos puntos en común que el resto de mercados del país, todos los comerciantes intentando venderte algo, el caos reinando a cada paso con animales cruzando las calles, motos, rickshaws e incluso aquí en concreto podrás ver monos saltando de un puestecillo a otro. Si notas una especie de latigazo en alguna parte de tu cuerpo no lo dudes, ha sido la cola de un mono.