jueves, 15 de agosto de 2013

Varanasi: La Ciudad más antigua del mundo

Estamos hablando de una de las 7 ciudades sagradas para el hinduismo a orillas del río Ganges. La experiencia de visitar esta ciudad es muy especial. Varanasi es el alma de la India y es obligada su visita si realmente quieres entender el hinduismo. No es una ciudad que se visite por sus monumentos, casi inexistentes, ni por su belleza urbana, sino por lo que representa, por lo que ves en las calles. Por mucho que te prepares emocionalmente para el momento en que llegues a esta ciudad, es imposible, las personas más sensibles deberían abstenerse de leer este post y sobre todo de ir a Varanasi, porque el espectáculo es dantesco.

Mark Twain en 1896 dijo de esta ciudad “Más antigua que la historia, más antigua que la tradición, incluso más antigua que la leyenda, y parece el doble de antigua que todo ello junto.”

El nombre oficial de la ciudad es Varanasi probablemente debido a que se encuentra entre los ríos Varana y Asi. Se trata de la ciudad más importante de peregrinación para los hinduistas. Hay tres pilares en la religión hinduista que posicionan a esta ciudad en el punto de mira de todos sus practicantes: El primero promulga que todo aquel que muera aquí tiene camino directo hacia el Nirvana y se libera del circulo de las reencarnaciones; el segundo sería que bañarse en el Ganges purifica los pecados; y por último y tercero la obligación de visitar al menos una vez en la vida esta ciudad.

Todas estas creencias han convertido a Varanasi en el destino de centenares, miles de enfermos y ancianos, que quieren pasar sus últimos días en la “ciudad santa”. A lo largo del Ganges se alinean numerosas residencias destinadas a albergar a los moribundos. La orilla del río es también el centro de los crematorios de la ciudad.

El Ganges es un río con un gran significado pero no sólo para los hinduistas sino también para los budistas ya que consideran que sus aguas purifican los pecados, entendiendo a su vez que todos los afluentes de este río también son sagrados. A pesar de este significado el río Ganges se encuentra altamente contaminado a su paso por esta ciudad. Un estudio realizado 1981 desveló la cantidad de enfermedades que podían causar las bacterias que habitan sus aguas. Aunque en los últimos años se ha intentado sanearlo, algunas de las costumbres de sus habitantes no permiten un gran resultado: arrojar las cenizas de los difuntos (y a veces restos algo más grandes), limpiar la ropa con sus aguas, arrojar basuras, etc….

El principal destino de los peregrinos que visitan la ciudad son los Ghats, escaleras de piedra que descienden al Ganges.


Al amanecer, se pueden ver a hombres y mujeres realizando baños purificadores en el río a la vez que rinden tributo al dios del Sol, Surya. Cada una de estas escalinatas, construidas en el siglo XVIII tienen un nombre y una función especial.

Los Ghats de Harischandra y Mani Karnika son los lugares de incineración principales. En el Ghat Pancha Ganga se cree que convergen cinco ríos sagrados. En total la ciudad cuenta con más de 100 ghats.




 
Todas las ciudades de la India son un caos y aquí se cumple lo que a muchos les ocurre con su vista a este país, si la India encanta o se detesta una vez que la conoces, en Varanasi esta fascinación o repulsión se multiplica por mil, y es que además de lo ya descrito en otros posts, sus calles son sin duda las más sucias de todo el país.

Ya se ha comentado que las vacas campan a su aire por todas las ciudades de la India, pero aquí aparecen por todas partes, peleando con los peatones por el paso en los callejones que forman la ciudad antigua. Y no solo vacas, la ciudad es una especie de granja, con todo tipo de animales, uniendo a todo esto el deficiente asfaltado (por llamarlo de alguna forma) de la mayoría de las calles, lo que hace que al llover, que suele pasar sobre todo en la época del Monzón, tengas que andar sobre una especie de laguna de barro y sustancias que prefiero no recordar que te llegan a media pierna. Las inundaciones de las ciudades suceden sin previo aviso en esta época del año, ves el cielo totalmente despejado y en menos de treinta minutos te ves sumergido en esta mezcla de todo lo que puedas llegar a imaginar, por lo que mi consejo es que lleves calzado cerrado en todo momento, eso sí, en tres horas toda el agua caída se ha evaporado, y digo bien evaporado ya que no es de sorprender que no exista alcantarillado.

Otro consejo es saludar con un “namaste” (juntas las manos al nivel del pecho, y te inclinas como si estuvieras rezando). Los indios son personas muy sociables y saludan a todo el mundo que se cruza a su paso, si les devuelves el saludo con esta palabra, apreciarán tu gesto y lo entenderán como una señal de respeto a su religión y buena voluntad.

A todo esto hay que añadir que las infraestructuras brillan por su ausencia, las calles ya hemos dicho que carecen de asfalto, el tendido eléctrico falla constantemente, las casas son especies de chabolas, eso sí, todas con su santuario en la puerta y las calles, quitando la principal que te lleva a orillas del Ganges son un laberinto de aproximadamente metro y medio de anchura, algunas incluso menos.

A medida que te vas adentrando en la ciudad, aprecias cómo la multitud se dirige en una sola dirección, hacia el Ganges, aún así no tienes más remedio que dirigirte allí, es el único sentido de haber venido a Varanasi, el Ganges. En muchas ocasiones da la impresión de que no debe haber nadie en el interior de las viviendas. Sus habitantes viven en la calle, comen en ella, dialogan en ella y, más de una vez, trabajan en ella. Esta ciudad no duerme, está todo el día y noche en constante movimiento pero hay 2 horas del día que destacan por encima de las demás, el atardecer, alrededor de las 8 de la tarde y el amanecer.

Durante el atardecer, a orillas del río Ganges, especialmente en el Ghat principal la multitud se agolpa en las orillas del río para observar la ceremonia de la Puja, lo que vendría a ser como una ofrenda a los dioses, donde 7 hombres vestidos con ropas naranjas y doradas se disponen a hacer su ritual con danzas, cánticos y ofreciendo incienso al río, tocando una campanita con la mano derecha mientras que con la izquierda van elevando diferentes objetos a modo de ofrenda para el Ganges....
 
Este ritual con una hora de duración aproximadamente puede observarse bien desde unas barquitas ancladas en la orilla del río, las cuales no se mueven durante todo el espectáculo, simplemente sirven para utilizarse como asientos, o bien desde tierra en una especie de miradores techados (por si llueve) de aproximadamente 20 m² en los que pueden llegar a entrar unas 80 personas, vacas, ratas y demás… al final de la ceremonia nocturna el río se llena de unas improvisadas velas que a modo de ofrendas depositan allí tanto los turistas como oriundos del lugar. También a estas horas podemos ver a los familiares de los difuntos adquiriendo madera y preparando las fogatas para la incineración. El ambiente no es el más alegre, por lo que hay que tener cuidado si se desea hacer fotos.

Por la mañana el espectáculo es distinto, es el momento en que se producen las incineraciones de los cuerpos para posteriormente arrojar los restos al río. Lo más normal es despertarse en torno a las 4 de la mañana para llegar al Ganges no más tarde de las 5.30, realmente cuesta aproximarse al río dada la cantidad de gente que hay en la ciudad que como ya he dicho nunca descansa. Una vez has conseguido llegar a la orilla alquilas una barquita, por supuesto con remeros incluidos y te dan una vuelta a lo largo de los Ghats, a parte de apreciar un amanecer increíble, verás como los devotos, santones, enfermos, niños y ancianos acuden a primera hora para bañarse en sus aguas y así purificar sus almas, cómo lavan la ropa o incluso cómo llenan botellas de agua o se lavan los dientes. Todos ellos se sumergen en el agua con una sonrisa en su cara, realmente impactante! Ahí donde tú sólo aprecias suciedad, contaminación y enfermedades, ellos ven pureza y salvación.  

El tema de las cremaciones es algo complicado de entender para nosotros. El hindú ahorra durante su vida para poder tener una cremación en el Ganges, esto es algo que cuesta mucho trabajo ya que no es precisamente barato para ellos. En India se incinera a todas las personas excepto a 5: Niños, mujeres embarazadas, santones, muertos por mordida de cobra y enfermos de una enfermedad particular de la piel, a estas personas lo que se hace es atar una piedra enorme al cuerpo y tirarles al río para que se hundan, claro está, en ocasiones esa cuerda se rompe, bien por la corriente del río o por cualquier otra causa y los cuerpos salen a la superficie.


Conseguir que un cuerpo desaparezca totalmente en la incineración lleva aproximadamente unas 3 horas por lo que hay que comprar una gran cantidad de madera. Es por ello por lo que las familias más pobres que no tienen dinero para comprar la madera suficiente, muchas veces arrojan restos más grandes al río donde de vez en cuando asoma un cadáver flotante, cuando esto sucede dos o tres buitres y otros carroñeros se encargan de hacerlo desaparecer bajo tu mirada.


El ritual de la incineración es el siguiente: La familia del fallecido lo transporta a hasta el lugar de la cremación sobre una especie de camilla hecha de madera, previamente el cadáver ha sido envuelto en papeles, telas naranjas y cintas de colores brillantes. Los familiares llevan a hombros por toda la ciudad la camilla hasta orillas del río donde lo suelen dejar durante un breve periodo de tiempo, normalmente con la parte inferior del cuerpo mojándose para que se purifique, posteriormente el cuerpo es llevado hasta los troncos, y los familiares y amigos son los encargados de encender el fuego que en función de la calidad de la madera prenderá mejor o peor. Es un ritual sereno y sencillo en el que sólo pueden participar hombres y la demostración de dolor con llantos no está permitida.
 
Varanasi es otro país dentro de la propia India, imposible de describir como realmente es, no teniendo nada que ver con el resto de ciudades, es un lugar impresionante que vive su propia vida y se impulsa a base de tradiciones.

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