domingo, 13 de septiembre de 2009

BORA BORA: Bienvenido al Paraiso

Bora Bora es una isla situada en pleno Océano Pacífico a unos 260 Kms al noroeste de Tahití formando parte del grupo de islas de Sotavento y por tanto perteneciendo también a la Polinesia Francesa. Es conocida como la isla más bella del mundo, la joya del Archipiélago de la Sociedad, y cumple con todos los tópicos de las islas de los mares del sur, playas de arena blanca, mar de increíbles colores que van desde el azul intenso al turquesa, islotes protegidos por barreras coralinas… una inmensa piscina de agua cristalina que da como resultado una laguna preciosa. El nombre originario de la isla es Pora Pora, que significa "Primer Nacimiento", nombre que ha ido evolucionando con el tiempo y que finalmente ha desembocado en el famosísimo Bora Bora. Esta isla fue colonizada por polinesios hacia el siglo IV, James Cook la avistó en 1777 y en 1842 se convirtió en protectorado francés.
La población de la isla no alcanza los 10.000 habitantes. De su carácter destaca que son afables y hospitalarios, dedicándose la mayoría de ellos, casi de forma exclusiva, a cualquier trabajo relacionado con el turismo, ya que la belleza y naturaleza de este paraíso muestran unos recursos altamente explotables a nivel turístico. Lo que hace años fue una laguna virgen, es hoy día un lugar con numerosos hoteles de lujo, rodeando sus cabañas la laguna de Bora Bora y haciendo de este lugar uno de los destinos más exóticos y lujosos del mundo.
El turismo de estas islas se caracteriza por ser exclusivo, muy contenido, limitado y siempre respetando el medio ambiente. Aunque los hoteles que rodean la laguna son espectaculares y atraen numerosos visitantes, el gobierno local ha determinado que por el momento, no se permitirá la construcción de más hoteles en los Motus (pequeños islotes que rodean la isla principal), algo que bajo mi punto de vista hace que este lugar siga manteniendo su encanto, evitando así el turismo masivo que encontramos en otros lugares considerados paradisíacos como el Caribe.
El perfil geográfico de la isla es inconfundible, la isla principal está dominada por el majestuoso monte Otemanu que con sus 727 metros es el punto más alto de Bora Bora, 2 picos volcánicos, que surgen como torres en el interior, con una vegetación de ensueño. Las vistas de la isla desde el avión son increíbles, el juego de colores que ofrece el mar, la barrera de coral que forma la laguna, los hoteles con sus bungalows sobre el agua, todo ello en contraste con el verde intenso de las montañas de la isla principal, hacen que esas imágenes se queden grabadas en tu retina para el resto de los días.
Desde el aire es desde donde mejor obtienes una idea más clara de cómo es la isla. Está formada por la isla principal que no es muy grande, tan sólo 32 Kms de perímetro y rodeada de Motus, pequeños islotes donde se encuentran los hoteles más exclusivos de Bora Bora. Tras los Motus puedes advertir la barrera de coral, donde rompen las olas formando en su interior la laguna.
Uno de los motus más bellos y fotografiados de toda la Polinesia es el Motu Tapu, se trata de un motu privado en el que no hay ningún hotel, un islote muy pequeño que prácticamente forma una circunferencia perfecta y que brinda fotos realmente espectaculares. Este Motu tiene el acceso restringido a huéspedes y grupos de ciertos resorts, la fina arena blanca del Motu deja unas playas realmente impresionantes, está totalmente desierto, pero sin permiso no puedes quedarte.
El aeropuerto de Bora Bora está localizado en el Motu Mate, parece imposible que un avión sea capaz de aterrizar en una isla tan pequeña… desde el propio aeropuerto contemplas ya la belleza de la isla, el azul de sus aguas, el verde de sus montañas, realmente increíble! todo ello acompañado por un Maeva o Ia Orana con el que te dan la bienvenida en el que tampoco falta el típico collar de flores!!
La elección del hotel es un detalle realmente importante en Bora Bora. Existen distintos tipos de alojamiento, pero sin duda, el mejor y el que más nos hará sentir en el paraíso será un overwater construido sobre cristalinas aguas. Teniendo lo anterior en consideración, mi opinión es que te alojes en un motu, que es desde donde obtienes las mejores panorámicas de la isla. Hacerlo en la isla principal es un error, en los motus el ambiente que se respira es mucho más exótico, no hay nadie más excepto tú y el resto de huéspedes del hotel en la isla y al mismo tiempo tienes todas las facilidades para poder acceder a la isla principal. Si por el contrario quieres alojarte en la isla principal, mi consejo es que lo hagas en la zona sur (Punta Matira), ahí está el hotel Intercontinental Moana Resort y ahí es donde están las mejores playas de Bora Bora. Si lo haces en un motu tienes varias opciones, cada uno con sus propios hoteles.
El motu más destacado de Bora Bora es el Pitiaau se trata del motu más grande de la isla y como tal en él están algunos de los hoteles más importantes, desde el clásico Meridien, que destaca por la gran superficie de suelo de cristal que encuentras en sus overwater, como el St. Regis Resort, o el nuevo Intercontinental Thalasso Spa. Desde este motu la panorámica de la isla es impresionante pero en su contra juega que es el más poblado de todos.
El Motu Toopua no es muy grande está lleno de vegetación y en una de sus orillas encontramos el hotel Bora Nui, se trata de un hotel exclusivo con una vistas preciosas de la isla y con el mejor mar que puedas encontrar, el color es de un azul intenso y el agua completamente cristalina. En la parte sur de este motu tan sólo encontramos este hotel por lo que la privacidad está garantizada en contra de lo que sucedía en el motu Pitiaau. Se trata de un complejo de 120 bungalows, de los cuales 82 son overwater. Si te alojas aquí es prácticamente obligatorio hacerlo en este tipo de bungalow, ya que jamás podrás disfrutar de unas aguas como las de este sitio. Los overwater son bastante grandes, aproximadamente 90m² y la habitación dispone de todas las facilidades de un hotel de estas características, consta de una sala de estar con su TV, reproductor de DVD (las películas puedes cogerlas prestadas en Recepción), equipo de música, mesas con la superficie de cristal para poder ver el mar (algo que debes hacer es coger pan de la cena, encender por la noche las luces bajo tu cabaña, y con la iluminación y los suculentos pedacitos de pan verás como cientos de peces acuden a tu llamada), un sofá y acceso a la terraza. La habitación propiamente dicha tiene una cama bastante grande con su correspondiente dosel, otra televisión, armario… el baño es realmente enorme e impresionante, probablemente sea lo más llamativo de la habitación, para acceder a él tienes 2 puertas correderas que se abren en el centro, 4 lavabos, ducha independiente, aseo independiente y al fondo la bañera con superficie también de cristal para mientras que te estás dando el baño disfrutes de las vistas bajo tu cabaña, las ventanas con láminas de madera dan a la playa del hotel, por lo que el baño se convierte en un lugar de ensueño. Todos los overwater tienen un porche con hamacas, mesas y sillas para que puedas disfrutar en la intimidad de tus baños en el mar o de los desayunos o comidas que quieras hacer en tu cabaña sin estar rodeado de nadie más. En el mismo porche parte del suelo también es de cristal para que no te pierdas nada de la vida marina de estas aguas. Tienes asimismo unas escaleras para poder subir de nuevo a tu overwater. A diferencia de otros hoteles de Bora Bora, el overwater del hotel Bora Nui es perfecto ya que donde está construido sus aguas tienen la suficiente profundidad para que puedas saltar, bucear o nadar, sin ningún problema (aproximadamente 5 metros). Respecto a los desayunos en la habitación es algo muy típico de esta isla, no te lo traen en una bandeja como en el resto de hoteles sino que te lo sirven desde el mar, una pareja de polinesios en kayak llega hasta tu cabaña (siempre que estés alojado en un overwater) una vez llegan la chica vestida con el atuendo típico de la zona se baja de la canoa y te lo deja sobre la mesa de tu porche. Decir a este respecto que este servicio no está incluido en el precio de la habitación, se trata de un extra con un importe alrededor de 60-80 $.
El hotel Bora Nui es un resort bastante grande, por lo que la ayuda de cochecitos se hace indispensable para llevar las maletas o incluso por si no quieres ir andando de un lugar a otro dentro del propio hotel. Estos cochecitos están en constante movimiento y sus conductores te preguntarán si quieres que te lleven a algún sitio (restaurante, spa, o incluso a tu habitación). La playa del hotel es magnífica, bastante grande 200 m de longitud por 15 m de ancho, de arena fina y blanca. Las hamacas están colocadas a pie de playa, no faltan los camareros que constantemente te ofrecen fruta, helado… incluido en el precio, kayaks, hidropedales, que puedes coger a tu antojo o catamaranes en los que también puedes dar una vuelta por la laguna. Las motos de agua puedes alquilarlas en recepción por 100$/hora.
El hotel dispone de varios restaurantes, tanto en la playa para tomar algo a medio día (Restaurante Ta Le Le, o Tamure Grill), como dentro del propio hotel (en el que dispones de 3 restaurantes más), para cenar, destacando el restaurante Iriatai. También dispone de biblioteca, sala de Internet, con ordenadores a disposición de los clientes y conexión gratuita a la Red, Spa, situado en la cima de una colina desde el que tienes una maravillosa vista de 360 grados, del famoso monte Otemanu y las islas de Tahaa (la isla vainilla) y Raiatea. Se trata de un hotel único, tanto por el servicio ofrecido como por el encanto del motu, y no es de extrañar que a la vuelta camino del aeropuerto adviertas alguna lágrima en tus ojos mientras ves desaparecer tu hotel desde el yate!!
Dado que toda la isla está concebida de esta manera, la forma más destacada de transporte por no decir la única inter-islas es en yate, tanto para desplazarte desde el aeropuerto a la isla donde tengas el alojamiento, como para ir desde la isla principal al motu donde esté tu hotel, como para visitar el resto de motus. Cada hotel suele tener su propio yate a disposición de los clientes con unos horarios establecidos en los que realiza los viajes, Motu-Bora Bora-Motu (estos suelen ser cada 30 minutos aproximadamente desde primera hora de la mañana a última de la tarde-noche) o Motu-Aeropuerto-Motu. Por lo que no hay ningún problema a la hora que querer visitar la isla de Bora-Bora.
En los hoteles se sirve todo tipo de cocina internacional, aunque destaca el pescado y marisco, principalmente, la langosta. Como platos típicos se recomienda los brochettes agridulces, de mahi mahi o la sopa de pahua. Un plato muy típico es la Tamara que se trata de carne y pescado envueltos en hojas de plátano y cocinados sobre piedras calientes. La gastronomía de Bora Bora puede resumirse como una fusión de cocina tradicional de la isla con cocina continental y, especialmente, la francesa. Es normal encontrar platos en los que se combina la verdura típica polinesia, como el Uru, los Ñame (o aje), Fafa o Taro -especies de tubérculo que acompañan al pescado o carne- cocinada en los típicos “ahima’a” hornos tahitianos bajo el suelo. Respecto a la fruta destaca la piña y el coco, los cuales también son la base de postres y bebidas. Respecto a los cócteles, el más típico es el Maitai que es una mezcla de rones, Cointreau y piña o también destaca el Banana Coralia a base de plátanos, zumo de limón, nuez de coco y almíbar de fresa.
Para terminar con el tema de alojamiento, decir que en todos los hoteles está previsto que determinados días a la semana (normalmente 1 ó 2) se organice una fiesta al caer la noche junto a la playa con la comida y bailes polinesios, incluido todo ello en el servicio del hotel.
Respecto a las actividades que ofrece la isla, está claro que las más destacadas son las relacionadas directamente con el mar como, submarinismo, coger un barco con el suelo de vidrio desde el que puedes observar la fauna y corales submarinos, snorkeling rodeado por tiburones de puntas negras de no más de metro y medio (totalmente inofensivos) y rayas las cuales podrás tocar y coger en tus brazos, nadar entre delfines… pero para los que prefieran la tranquilidad de la isla pueden quedarse en tierra tomando el sol y disfrutar de múltiples y bellísimas playas de arena blanca, aprender los bailes de la isla, hacer los típicos collares de flores…
Visitas obligadas en Bora Bora son Vaitape (capital de la isla) y donde te suelen dejar todos los ferris que van del hotel a la isla, Faanui en la parte oeste y Anau en el norte con mercadillos donde se pueden adquirir productos típicos de la Polinesia. A estas excursiones podemos ir por libre o acompañados de un guía. Si decides hacer un safari con jeep llegarás al interior de la isla, muy verde y fértil. Una de las caminatas más duras es la subida al monte Pahia, son casi tres horas de camino entre helechos, orquídeas salvajes, y una rica vegetación. Una vez llegada a la cumbre el sacrificio habrá merecido la pena, la panorámica de las islas cercanas que se divisa desde lo alto este monte te dejará sin aliento durante unos instantes.
Si tu opción es recorrer la isla sin guía, una vez llegas a Vaitape tienes varias opciones, puedes alquilar unas bicicletas 15$ por 2 horas, calcula que serán aproximadamente 4 horas las que necesites para dar la vuelta completa a la isla, ya que hay paradas obligatorias que has de hacer como un baño en Punta Matira, (por lo que no puedes olvidar el bañador) compra en los mercadillos, etc. Las bicicletas hay que decir que son bastante malas, no tienen marchas, tampoco frenos… pero el paseo será fantástico de todos modos. Otra de las opciones es alquilar un boogie y recorrer la isla más cómodamente, son pequeños, para 2 personas máximo y su alquiler oscila alrededor de los 100$. En relación a los restaurantes hay varios que destacan en la isla, pero teniendo en cuenta que lo más probable es que cenes en el hotel todas las noches y a medio día tomes un sándwich o algo por el estilo en el grill del hotel, los restaurantes es algo que en Bora Bora suele carecer de importancia. A pesar de lo dicho hay uno que no puedes perderte, se trata del restaurante Bloody Mary’s, cualquiera que sea el hotel en el te alojes puedes hacer la reserva para cenar en este restaurante. Está localizado en el camino entre Vaitape y Punta Matira y tiene dos turnos para la cena, las 20.00h y las 22.00 h., recomiendo el primero ya que el segundo es un poco tarde teniendo en cuenta las costumbres de horarios en las islas. Está decorado en madera y el suelo es de arena por los que no es necesario ir muy arreglados. La entrada está custodiada por Tikis y dos enormes paneles de madera donde se muestran la lista de gente famosa que ha cenado allí, es realmente impresionante, verás nombres como Nicole Kidman, Tom Cruise, Harrison Ford, Meg Ryan o Julio Iglesias. Una vez dentro del restaurante hay una gran mesa con todos los pescados y mariscos disponibles del día, la mercancía es la que han pescado por la mañana por lo que no te garantizan que haya lo que tú quieres pero langosta y mahi-mahi nunca faltan. En el menú también hay diversos platos de carne, pero nada que comparar con el pescado. Una vez acabada la cena puedes tomar una copa y dado el nombre del lugar la más solicitada es sin duda el Bloody Mary!!! El precio de una cena suele ser 150$ por persona. No puedes irte del restaurante sin cumplir su tradición, dejar un billete de 1$ estampado con tu firma y fecha de estancia en una especie de panel. ¿Cuántos billetes puede haber ahí clavados? Todo un misterio, pero está claro que harían algún favor a más de un bolsillo!!! Como conclusión decir que Bora Bora es un destino único, sus playas, su laguna turquesa, la belleza de sus motus, el trato amable de su gente, el encanto de los hoteles… imposible encontrar otro lugar así en el mundo, es sin lugar a dudas el Paraíso Terrenal por excelencia.

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