domingo, 13 de septiembre de 2009
BORA BORA: Bienvenido al Paraiso
viernes, 4 de septiembre de 2009
MOOREA: Aproximándose al Paraiso
domingo, 26 de abril de 2009
JORDANIA
Golfo de Aqaba: Se trata de un golfo entre África y Asia conectándose con el Océano Índico por el Sur. El mar tiene aproximadamente 2200 km de largo y 335 km en su punto más ancho, con una profundidad máxima de 2130 m. Este mar es parte del Valle del Rift y crea una importante vía de comunicación entre Europa y el Extremo Oriente. La temperatura del agua varía entre los 21 ºC y 25 ºC a lo largo de todo el año y la visibilidad bajo el agua es de las mejores que podrás encontrar en todo el mundo convirtiéndose así en uno de los mejores lugares para la práctica del buceo. En sus aguas podemos encontrar principalmente corales y abundante vida marina. Los principales puntos de interés para bucear son Cedar Pride donde podrás disfrutar de unos minutos bajando a 30 m e inspeccionando un gran pecio libanés, Japanese Garden una de las zonas con los mejores corales y a no mucha profundidad 19 m o Oliver’s Canyon donde encontrarás un tanque hundido.
En Jordania el único punto que tiene salida al Mar Rojo es la ciudad de Aqaba, se trata de un pueblo originalmente de pescadores pero que hoy en día está invadiendo gran parte del desierto que lo rodea, construyendo inmensos resorts. A parte de submarinismo y playa podrás invertir tu tiempo en otras actividades como windsurf, motos acuáticas, montarte en una especie de submarino o incluso navegar a bordo de un barco con suelo de cristal, sin olvidarse del baño turco (Hammam) que podrás disfrutarlo en los numerosos lugares específicos construidos al efecto para ello o en los propios hoteles.
Por la noche la ciudad goza de un gran ambiente, con numerosos restaurantes, discotecas y bares. Ciudad de Petra: Es la ciudad rosada, el sitio más emblemático de Jordania, y sin duda la ciudad nabatea más espectacular de Oriente. Los nabateos eran un pueblo nómada provenientes del norte de Arabia que crearon, partiendo de cuevas en la roca, una increíble ciudad fortificada hace más de 2.000 años.
Para llegar a ella hay varias posibilidades, pero la más espectacular de todas y la más típica es atravesando un estrecho desfiladero, el mítico “Siq”, es como una inmensa grieta de piedra arenisca de colores rosados con una extensión de 2 kilómetros de longitud y en ocasiones de 3 metros de ancho que desemboca en el mítico “Tesoro de Petra” que no es ni más ni menos que una fachada tallada en la propia roca de unas dimensiones de 43 metros de alto y 28 de ancho, escenario de diversas películas como “Indiana Jones y la Última Cruzada”. Se trata de uno de los restos mejor conservados y más impresionantes de la antigüedad. Después de ver esta espectacular fachada la ciudad comienza a abrirse por la llamada Calle de las fachadas, entre cuevas, templos, tumbas y un teatro romano con más de 7000 asientos. Cuando parece que acaba la ciudad nabatea todavía quedan más sorpresas como la subida al Monasterio, se trata de otra fachada similar al Tesoro de Petra peor conservada pero no menos impresionante. Para llegar hasta allí es necesario subir 800 escalones en estado de conservación ruinoso por lo que a parte de cansado es necesario ir con mucho cuidado. Te ofrecen la posibilidad de subir en burro lo que no necesariamente es menos cansado ya que el peligro y la tensión a la que estarás expuesto es casi peor que la penitencia de subirlos a pie. Una vez allí podrás observar la inmensidad del monasterio y la ciudad de Petra desde lo alto de la montaña. Hay que tener en cuenta que invertirás todo un día en visitar la ciudad completamente, por lo que es muy recomendable llevar zapato cómo y cerrado, ya que si quieres visitarla entera tendrás que hacer 14 kilómetros en total. Si prefieres no caminar también hay posibilidad de visitarla en caballo, dromedario, carruaje o burro aunque pierde gran parte de su encanto ya que pasarás demasiado rápido por una de las nuevas 7 maravillas del mundo. Los lunes, miércoles y viernes por la noche está abierto el recorrido del Siq hasta la llegada al Tesoro de Petra tan sólo alumbrado por la luz de unas velas que sitúan estratégicamente cada 5 metros aproximadamente. Hay que tener especial cuidado, ya que si durante el día el terreno es complicado, durante la noche y sin luz lo es aun más. Una vez llegado al Tesoro podrás sentarte frente a la inmensa fachada de piedra levemente iluminada y contemplarla mientras escuchas cánticos nabateos de fondo. Amman: es la capital de Jordania con más de un millón y medio de habitantes. Antiguamente adquirió el nombre de Filadelfia , pasó a estar bajo el control romano y fue agrupada dentro de la Decápolis (diez ciudades de cultura grecorromana en Oriente Medio).
Desde 1948 la ciudad no ha parado de crecer principalmente por el influjo de refugiados palestinos y a consecuencia de ello las áreas residenciales se han ido expandiendo hacia las colinas circundantes. Ammán es actualmente una ciudad moderna, con edificios de estilo moderno en las nuevas urbanizaciones donde las casas no sobrepasan los 4 pisos y con una media de 180 m² por piso, debido a la alta natalidad. En el centro encontramos el zoco que la verdad no merece mucho la pena visitar.
Las principales atracciones turísticas de esta ciudad son la antigua acrópolis griega, el teatro romano y la mezquita del Rey Abdullah con su gran cúpula azul, comúnmente conocida como Mezquita Azul pero que nada tiene que ver con la de Estambul.
Madaba: Comúnmente conocida como la ciudad de los mosaicos, se encuentra al sur de Amman. Se trata de la ciudad Moabdita de “Medeba” mencionada en la Biblia. Aquí encontrarás una de las más grandes colecciones de mosaicos del mundo, algunos de ellos con más de 1.400 años de antigüedad . Esta ciudad fue abandonada durante más de un milenio después del gran terremoto ocurrido en el año 747 d.C. A finales del siglo XIX, cristianos provenientes de Kerak emigraron allí y encontraron los mosaicos cuando realizaron las excavaciones. Monte Nebo: este lugar conmemora a Moisés ya que se supone que es aquí donde el profeta murió y fue sepultado. Según el Antiguo Testamento, tras su marcha de Egipto y vagar por el desierto durante cuarenta años, Dios enseñó a Moisés desde aquí la Tierra Prometida, pero le impidió pisar el territorio. Desde este monte podemos apreciar la inmensidad del valle del Jordán y el Mar Muerto y si el día está despejado puedes divisar Jerusalén y Jericó. Jerash: se trata de una de las ciudades grecorromanas mejor conservadas del mundo, se puede apreciar en esta ciudad el urbanismo romano con el pavimento columnas, templos y teatros en perfecto estado de conservación. Igual que Amman forma parte de la antigua “Decápolis”. Destaca su festival que se realiza en el mes de julio donde representan bailes folclóricos de grupos internacionales y locales, ballet, conciertos, representaciones teatrales, ópera, actuaciones de cantantes populares y venta de artesanía tradicionales, uno de los acontecimientos anuales más importantes de Jordania. Desierto Wadi Rum: Se encuentra al sur de Petra y cerca del Mar Rojo y fue el escenario de la revolución árabe liderada por Lawrence de Arabia en 1917. Se trata de uno de los desiertos más bellos del mundo, utilizado en numerosas películas de Hollywood, entre las que destaca, como no podía ser otra Lawrence de Arabia. Se trata de un paisaje lunar, sin apenas dunas con altas montañas en un mar de arena roja. Los principales puntos turísticos los encontramos en los puentes rocosos como el de Burdah o Wadak. Aquí también encontramos Jebel Rum, la montaña más alta de Jordania con 1.754 m. La mejor forma de visitarlo es en un 4x4 acompañado por un guía beduino, estos vehículos suelen salir de campamentos en las inmediaciones del desierto. Si quieres dormir en el desierto no dudes en hacerlo en un campamento beduino que ofrecen servicios básicos como alojamiento en una especie de tienda y la típica comida árabe con instalaciones de baños y duchas compartidos.
domingo, 29 de marzo de 2009
TAHITI
miércoles, 25 de marzo de 2009
POLINESIA FRANCESA: Consideraciones Generales
- Islas Australes
- Islas Gambier
- Islas Marquesas
- Isalas de la Sociedad
- Archipiélago de Tuamotu
De todos estos archipiélagos me voy a centrar en las Islas de la Sociedad, el considerado más bonito de toda la Polinesia Francesa. La leyenda sobre la creación de estas islas cuenta que antiguamente había cinco lunas sobre el cielo de Tahití que tenían rostro humano y quien las mirase fijamente se volvía loco. El dios creador Taaroa, las hizo temblar produciendo grandes terremotos y haciéndolas así caer al agua formando cinco islas al oeste de Tahití: Moorea, Maiao, Huahine, Raiatea y Bora Bora. Una leyenda bastante bonita sobre la creación del paraíso soñado, la idea que todos tenemos de islas perfectas, playas de ensueño y gente fascinante.
Uno de los aspectos principales a tener en cuenta cuando tengas pensado ir, es que se trata de un destino bastante alejado, al menos de España, por lo que es recomendable visitarlo junto con otras ciudades en las que hay que hacer escala de manera obligatoria. Es por ello que tendréis que planificar bien vuestro itinerario y ver qué escalas son las que os interesan más hacer. Si decidís ir hacia el oeste desde España hay varias opciones que pasan por Nueva York o Los Ángeles, si decidís ir hacia el este las escalas serían bien Tokio, o Bangkok y Sidney. Si finalmente decidís hacer la ruta hacia el este en el tramo Sydney-Polinesia o Tokio-Polinesia recuperaréis un día al atravesar la línea del tiempo. Es aconsejable que en la ciudad que decidáis hacer escala invirtáis un mínimo de 2 días, a menos que queráis llegar a las islas con jet lag. Otro aspecto a considerar es que estamos hablando de un enclave situado en el hemisferio sur, por lo que nuestro verano es su invierno austral y viceversa aunque al tratarse de un clima tropical esto no adquiere mayor relevancia excepto por la época de lluvias, que suele ser de noviembre a abril y es cuando la temperatura alcanza aproximadamente los 30ºC. De mayo a octubre -época seca- la temperatura es un poco más baja, entorno a los 26 ºC. Respecto a la temperatura del agua ronda los 25 ºC. Es recomendable que llevéis un repelente para mosquitos por si decidís adentraros en la vegetación de las islas, o para cenar por la noche en la playa. El idioma de las islas es el tahitiano, pero éste tan sólo lo hablan los nativos por lo que el francés es su segundo idioma y está considerado como idioma oficial de las islas, entendiendo perfectamente el inglés también. La moneda oficial es el franco polinesio, divisa que tendréis que cambiar al llegar allí (1€=119 XPF). El destino puede considerarse como único y no tiene nada que ver con destinos del Mar Caribe, quizá lo único que tengan en común sea el mar, pero ahí se acaba la cosa, las playas no se parecen y el trato al cliente es totalmente distinto al igual que el modo que tienen de entender el turismo. Los hoteles en la Polinesia son grandes complejos al igual que en el Caribe, pero el trato al cliente es sumamente especial y totalmente personalizado, aquí no veremos a los huéspedes con las típicas pulseritas de “todo incluido” que tanta fama han dado a los resorts caribeños. No quiero decir con esto que no esté todo incluido, porque realmente hay en ciertas islas que o llevas la pensión completa contratada o te quedas sin cenar, ya que la opción de salir del complejo hotelero por la noche es totalmente inviable dado que no hay nada más en la isla que a parte de tu hotel. Sin embargo si la idea que tienes es la de beber y comer todo lo que quieras a cualquier hora del día o tomar una copa a las 2 de la mañana olvídate, este no es tu destino. Si decides ir a la Polinesia Francesa no dudes que tienes que alojarte en varias islas ya que aunque todas están próximas entre sí cada una es totalmente distinta de otra, bien sea por sus playas, su relieve, o el color de sus aguas. Podrás optar entre desplazarte en avión, si la distancia lo requiere o en barco, ya que hay islas que están muy próximas entre sí (1 hora en barco / 7 minutos en avión, por ejemplo), no obstante las vistas desde el aire son algo increíble, los aviones no alcanzan mucha altura debido a la proximidad de las islas y el paisaje que se ve desde el aire y los contrastes de colores del agua es algo que merece realmente la pena. Algo más a tener en cuenta es el lado del avión en que decides sentarte en los vuelos inter-islas, mis recomendaciones son: Tahití hacia Moorea lado izquierdo; Moorea hacia Bora-Bora: lado izquierdo; Bora-Bora hacia Rangiroa: lado izquierdo; si haces escala en Tikehau siéntate en el lado derecho para la llegada a Rangiroa y Rangiroa hacia Tahití: lado izquierdo. Lo ideal es que duermas en 3 ó 4 islas, Tahití es destino obligatorio ya que es donde está el aeropuerto internacional y luego a parte de esta isla visitar al menos 2 más. Una palabra muy utilizada por ellos es “motu” la cual significa algo así como islote. Las Islas de la Sociedad están originadas por volcanes extintos que al hundirse han formado una barrera coralina con una laguna interior, por lo que la distribución geológica sigue casi siempre el mismo patrón: suelen tener una isla principal, a su alrededor está la laguna y a una distancia considerable encuentras la barrera coralina. En la laguna encontramos numerosos islotes o mejor dicho motus, algunos de los cuales están habitados. Suelen ser de un tamaño bastante reducido por lo que puedes recorrerlos perfectamente a pie. En los considerados como “mejores motus” es donde las cadenas hoteleras construyen sus resorts, hay motus que permiten la construcción de varios complejos hoteleros pero otros tantos tienen toda la isla exclusivamente para ellos. Puedes optar por alojarte en la isla principal o en los motus, mi recomendación es que lo hagas en estos últimos especialmente en Bora-Bora. No tendrás ningún problema en acercarte a ver el ambiente de la isla, ya que todos los hoteles construidos en motus incluyen el transporte bastante fluido y gratuito (2 veces cada hora aproximadamente) entre el motu y la isla principal. Otra de las características a tener en cuenta en este viaje es el tipo de alojamiento a elegir. Te darán opción a varios tipos de habitación, o más que de habitación de bungalow y deberás decidir cuál es el que quieres y lo más importante, en qué isla quieres cada tipo. Las edificaciones suelen consistir en cabañas, exceptuando en Tahiti. Da igual a qué isla vayas, verás que siempre son las mismas opciones de alojamiento y hay que decidirse. Las diferentes tipologías son: Bungalow jardín (suele ser el más económico), bungalow playa (el intermedio) y por último y el gran favorito el “overwater”. Los hoteles en la Polinesia son resorts enormes, normalmente tienen una especia de cabaña grande sin paredes que hace las veces de recepción con sus mesitas y demás donde suele haber boogies aparcados para trasladar a los huéspedes y a su equipaje a sus respectivas cabañas. El primer tipo de bungalow (jardín), como su propio nombre indica es una cabaña situada en una especie de jardín con sus árboles, suelo de césped, flores… normalmente estas cabañas son muy independientes del resto. Este tipo de bungalow es el idóneo para elegirlo en la isla de Moorea, 1º porque el overwater se reserva para otra isla donde lo disfrutarás más y 2º porque no merece la pena pagar aquí el incremento de precio que supone ir a un overwater, ya que aunque el agua es totalmente cristalina, lo que te da la posibilidad de ver los innumerables peces que pueblan sus corales, no están situados en zonas donde cubran mucho por lo que el salto desde tu cabaña al agua queda muy limitado. El segundo tipo de bungalow (playa) se encuentra situado en primera línea de playa, es decir que según sales de tu cabañita te encuentras con el mar, normalmente estos bungalows suelen tener su propia playa y piscina incluido en el precio, es decir que hay una especie de valla que acota tu zona por así decirlo y nadie que no duerma en ese bungalow accede a “tu playita” a menos que sea un invitado, claro. También es una buena opción elegir este tipo de cabaña en Moorea aunque no veo justificado la diferencia de precio entre éste y el anterior por tener un trocito de playa sólo para ti ya que las playas de los resorts son privadas y no están ni lo más mínimo llenas por lo que estando en la playa privada del hotel tendrás la sensación igualmente de que estás tú solo. Tercer tipo (overwater). Es sin duda el mejor de los tres, también tu bolsillo notará que es el mejor… Se trata de un bungalow construido sobre troncos encima del agua, es por ello que en gran parte de estos bungalows hay una zona donde el suelo es de cristal para poder ver así los peces que pasan bajo tu cabaña las 24 horas del día ya que por la noche bajo el agua hay instalados unos focos para que no te pierdas el espectáculo, es más, también suele haber mesas de cristal en la que puedes abrir su parte superior para alimentar a los innumerables peces de colores que acuden a la llamada del pan que has recogido del restaurante durante la cena, o incluso que podrás dejar abierta por la noche para dormirte con el ruido del mar de fondo. Realmente este alojamiento es un sueño y no te extrañe que cuando tengas que abandonarlo te vayas llorando porque haya sido la mejor experiencia de tu vida. Este bungalow tiene una isla perfecta para disfrutar de él al 100% principalmente por el color del mar en esa isla y es Bora-Bora, un paraíso terrenal sin duda alguna. Pues estas son las consideraciones generales que hay que tener en cuenta a la hora de viajar a las Islas de la Sociedad, en próximas entregas iremos profundizando en las 3 islas más importantes de este archipiélago.